Los malos hábitos alimenticios son una de las principales causas de los problemas gastrointestinales, los cuales derivan en tener enfermedades del estómago. Un problema con los malos hábitos es que una vez que ya han generado una afectación importante en la función del estómago, es muy complicada su recuperación… a diferencia de tener por ejemplo una fractura de brazo en donde los doctores pueden inmovilizarlo y esto ayudará a su recuperación. En cambio, en una afectación en el sistema de digestión incluyendo la microbiota intestinal, no se tendrá la oportunidad de reposar debido a que constantemente seguiremos usándolo al consumir nuestros alimentos. Por lo tanto, su recuperación va a requerir de las indicaciones que un doctor nos esté compartiendo, pero, sobre todo, del cambio radical de los hábitos alimenticios con los que contamos. Por eso es importante tomar conciencia de la necesidad de generar rutinas saludables sobre nuestra alimentación, que puede ir desde una dieta balanceada hasta asignar una rutina con horarios específicos para alimentarnos.
Entender la relación que tiene la nutrición con el sistema digestivo podrá hacer que tomes mejores decisiones sobre tu alimentación como agregar superfoods a tu dieta. No sólo importa el qué comemos, si no que también importa cómo lo hacemos, cuándo lo hacemos y en qué cantidad lo hacemos. De igual forma, la cantidad de actividades y el tipo de actividades que hagamos en el día incluye ¿cuánto caminamos al día? ¿cargamos cosas en nuestro trabajo? ¿hacemos algún deporte? ¿qué tipo de deporte? Otros factores que intervienen son también el estado de ánimo, hábitos negativos como el cigarro u otras drogas y qué tanta agua consumimos, entre otros.
Universidades prestigiosas, como Hardvard, han puesto manos a la obra haciendo un par de investigaciones sobre cómo los hábitos regulares pueden o no afectar a tu estómago. Todo sea por salvaguardar la correcta función del estómago, ya que este cumple un papel primordial en la absorción de los nutrientes necesarios para generar la energía que necesitamos a diario hacer nuestras actividades y para mantenernos sanos.
Hábitos dañinos para el estómago y la salud digestiva
- Comer en grandes cantidades al mismo tiempo: este es un error muy común en la sociedad, trayendo complicaciones como gastar mucha energía durante la digestión y pudiendo incentivar otros problemas gastrointestinales como la indigestión. Expertos recomiendan tener comidas más ligeras pero de manera más frecuente, es por eso que muchos profesionales de la nutrición generan dietas de al menos 5 tiempos (desayuno, colación, comida, colación y cena).
- Comer con bastante rapidez: es importante tomarnos un tiempo para poder consumir nuestros alimentos de manera calmada, con esto podemos asegurar que masticaremos los alimentos de manera adecuada y haremos que el estómago tenga tiempo para ir recibiendo la comida.
- Recostarse después de comer: ir a reposar al terminar de consumir los alimentos, puede que incrementes la presión sobre tus órganos digestivos afectando su funcionamiento. Los expertos aconsejan mantener una posición erguida después de comer, incluso algunas personas tienen el buen hábito de hacer una pequeña caminata para ayudar tu sistema digestivo.
- Comer a altas horas de la noche: esto puede provocar síntomas de reflujo y acidez estomacal, afectando incluso tu calidad de sueño. Lo más recomendable es que comas tu última comida o snack al menos 3 horas antes de irte a dormir, para dejar que tu estomago se vacíe.
- Hacer ejercicio inmediatamente después de comer: es recomendable dejar que al menos pasen un par de horas antes de hacer ejercicio, para ayudar a que tu estómago pueda irse vaciando.
- Consumir bebidas carbonatadas: estas causan eructos y pueden promover reflujo del ácido estomacal. Lo recomendable es que consumas bebidas como agua simple o infusiones.
- No prestar atención en si algún alimento te dispara un problema gastrointestinal: ¿sabes si alguno de los alimentos que consumes te provoca reacciones adversas? Puede que tener un síntoma como acidez o diarrea sea normal para ti, pero no lo es, es probable que alguno de los alimentos pueda provocarte problemas y afectar la función del estómago. Un ejemplo es conocer si puedes ser o no intolerante a la lactosa y por lo tanto, los quesos puedan traerte problemas.
- Consumir medicamentos sin considerar si pueden afectar tu estómago: si presentas problemas gastrointestinales y sospechas que estos pudieron ser causados por los medicamentos que estás tomando, pregunta a tu doctor sobre si estos pueden traer efectos secundarios como la acidez, reflujo o inflamación.
- Tener sobrepeso: hoy en día, el sobrepeso está considerado como una enfermedad que debe de ser tratada por una terna compuesta por un médico, un nutricionista y un psicólogo. Trayendo consigo problemas de salud y afectaciones en tu estómago.
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Fuentes de referencia: