Náuseas: un reflejo protector indispensable
Las alarmas se activan cuando una sensación de debilidad e incomodidad se apodera del estómago. Quienes sufren de náuseas temen vomitar. Las tareas diarias pueden llegar a convertirse en una carga dependiendo de la intensidad de las náuseas. El tratamiento de las náuseas puede ser problemático ya que las causas son muy diversas. ¿A qué se debe esto? ¿Cómo se puede librar uno de las náuseas y el vómito?
Las causas de las náuseas
Quien sufre de náuseas puede sentir molestia, pero en verdad es un recurso muy útil. Es una señal clara de alarma que deja saber al cuerpo de inmediato que algo anda mal. Si el estómago o las primeras secciones del intestino delgado hacen sonar la alarma (por ejemplo, a causa de sustancias irritantes en tu dieta), esta se puede manifestar en forma de náuseas. La persona afectada sentirá el malestar y sabrá que tiene que tener cuidado. Debe evitar este irritante en un futuro. En muchos casos, las náuseas presagian el vómito.
El cuerpo sabe sobre esta sensibilidad del tracto gastrointestinal. Para protegerse, ha desarrollado mecanismos como las náusas y el vómito para librarse de contaminantes, patógenos o estímulos desagradables tan rápido como sea posible. Por un lado, los contenidos dañinos para el tracto gastrointestinal pueden eliminarse mediante la diarrea tan rápido como sea posible, pero por otro, pueden eliminarse incluso antes de que entren al proceso digestivo a través del vómito.
¿Qué señales indican el vómito?
Las náuseas no necesariamente quieren decir que vas a vomitar. Por lo general, la irritación que alerta al estómago y los intestinos desaparece por sí misma. Si no es el caso, la sensación de malestar en el estómago se desarrolla rápidamente apareciendo dolor estomacal o inflamación gastrointestinal. Si el vómito es inminente, normalmente se anuncia con señales claras:
- Palidez en el rostro
- Fuerte sensación de náuseas
- Sudor frío
- La producción de saliva incrementa rápidamente; el cuerpo hace esto para proteger a los dientes de los agresivos ácidos estomacales
Cuando aparece este último indicador, el vómito está a solo unos momentos.
Causas de las náuseas y vómito
Las náuseas y el vómito son funciones protectoras indispensables del cuerpo. Los detonadores y los procesos internos se coordinan con exactitud. Por ejemplo, si percibimos un olor desagradable, los nervios de la nariz rápidamente envían la información al centro del cerebro encargado del vómito. Si los nervios en el estómago y el intestino delgado encuentran sustancias sospechosas durante la digestión, el proceso es el mismo. Se envían señales de forma inmediata al cerebro y la persona afectada siente náuseas. Si se rebasa cierto límite, el vómito aparece. La parte del cerebro encargada se coordina con el centro respiratorio y el sistema cardiovascular para controlar tanto la musculatura intestinal como el diafragma y hacerlos contraerse de forma violenta. Los contenidos del estómago y el intestino delgado son presionados de tal modo que son expulsados del cuerpo con fuerza y la persona afectada vomita.
Hay incontables detonadores de las náuseas y del vómito, desde aquellos leves y fáciles de controlar hasta los casos serios que requieren de atención médica.
- Asco
- Estrés
- Mareo durante un viaje
- Cafeína, nicotina y alcohol
- Migrañas
- Infecciones
- Gastritis
- Intolerancia a la comida
- Desórdenes gastrointestinales funcionales, como estómago irritable
- Cólicos
- Pielonefritis
- Apendicitis
Todos estos factores, y más, son responsables de las náuseas. En cualquier caso, las náuseas y el vómito son señales de que hay algo mal en el cuerpo. No se deben ignorar estas señales.
Causas de náuseas crónicas, permanentes o recurrentes
Las náuseas crónicas, constantes o recurrentes pueden tener muchas causas. La más mencionada es el embarazo. Pero también hay alergias, intolerancia a la comida o desórdenes como el estómago irritable (dispepsia funcional) y el Síndrome de Intestino Irritable. Por lo general, las náuseas aparecen después de la ingesta de alimentos, por lo que la gente con náuseas crónicas desarrolla ansiedad sobre comer. Algunas personas pierden tanto peso por las náuseas crónicas que podrían considerarse anoréxicas, aunque no lo sean.
Las causas de las náuseas no siempre están en el tracto gastrointestinal. Además de los detonadores frecuentes, las náuseas también pueden ser causadas por enfermedades en el riñón, el corazón o la alta presión. Por eso es importante acudir con un médico cuando las náuseas aparecen de forma constante.
Las náuseas crónicas se diagnostican cuando aplican los siguientes factores1:
- Las náuseas son molestas (suficientemente graves como para afectar las actividades usuales). Aparecen al menos un día a la semana o hay uno o más episodios de vómito a la semana.
- Se excluye el vómito autoprovocado, los desórdenes alimenticios, la regurgitación o la rumia.
- No hay evidencia de enfermedades orgánicas, sistémicas o metabólicas que expliquen los síntomas tras hacer investigaciones de rutina (incluyendo una endoscopía superior).
Una combinación de náuseas y otros síntomas
Las náuseas son un síntoma que pueden asociarse a otros tantos gastrointestinales como el reflujo, los eructos, la acidez, dolor estomacal y más.
Reflujo significa que “fluye de vuelta”. En este caso significa que el contenido estomacal fluye de vuelta hacia al esófago. Las náuseas se asocian al reflujo, pero pueden depender de múltiples factores y de la susceptibilidad individual. Por lo general hay problemas con el músculo del esfínter entre el estómago y el esófago, pero el reflujo en sí es normal hasta cierto punto. Por así decirlo, los jugos gástricos que fluyen en reversa pueden irritar las terminaciones nerviosas en los muros del esófago, lo que envía una señal al centro encargado del vómito. Si tus nervios son especialmente sensibles, responderán incluso más.
Las náuseas por lo general aparen en combinación con otras molestias gastrointestinales, tales como:
- Reflujo (como se describió anteriormente)
- Acidez
- Eructos
- Estómago irritable
- Pesadez
- Indigestión
Todos estos síntomas son posibles, pero no son necesariamente la razón detrás de las náuseas. Acude con tu médico si sufres de náuseas prolongadas (aparecen al menos un día a la semana o hay uno o más episodios de vómito a la semana) o si están acompañadas de otros síntomas como un dolor intenso en el área gastrointestinal. El médico podrá determinar la causa e iniciar la terapia que mejor te convenga.
Náuseas durante el embarazo: primer y último trimestre
Las náuseas ocurren con mayor frecuencia en las primeras semanas del embarazo. Las náuseas comienzan en la séptima semana del embarazo y terminan alrededor de la vigésima; sin embargo, también pueden aparecer después debido a las hormonas en el cuerpo y a la carga del útero a partir de la semana 31 de embarazo.
Lo siguiente puede ayudar a combatir las náuseas durante el embarazo:
- Distribuye las comidas durante el día y reduce la pesadez.
- Bebe muchos líquidos y dale a tu cuerpo vitaminas y minerales. Para las náuseas, bebe agua sin gas y tés como manzanilla o menta. Así alivias la sensación de debilidad en el estómago.
- Al comer, ingiere cantidades más pequeñas. Lo siguiente es fácil de digerir:
- Frutos secos
- Galletas saladas
- Pan tostado
- Plátanos
- Jengibre
Si buscas aliviar las molestias con medicamento, primero consúltalo con tu médico.
Remedios caseros para las náuseas
Vale la pena tratar las náuseas (sin causas graves) con remedios caseros.
Puede servir reducir el consumo de café, el alcohol, la nicotina y los jugos agrios como el jugo de naranja. El hinojo tiene un efecto calmante en el estómago. Cuando la sensación de plenitud es el motivo de las náuseas, los ingredientes como el comino pueden ayudar.
Las zanahorias contienen mucha fibra cuando son cocidas, además de que se ha señalado en la medicina tradicional que envuelven las toxinas en el intestino y por lo tanto contribuyen a una reducción de las náuseas más rápida.
Beber más líquidos también es de utilidad: una taza de té de menta, manzanilla o jengibre o un vaso de agua con un poco de limón.
El aire fresco también ayuda contra las náuseas: camina un poco o abre las ventanas.
Por supuesto, lo ideal es evitar las causas de las náuseas desde un principio; especialmente si conoces tus detonadores. No todos los remedios caseros ayudan a los afectados. Las personas son diferentes y reaccionan de forma diferente. Por lo tanto, se recomienda que si ya conoces el remedio adecuado para ti, lo uses a la primera señal de náuseas.
Cómo tratar las náuseas de forma adecuada
Se recomienda acudir con el médico si los síntomas empeoran, duran por varios días o se acompañan de otros síntomas como dolor severo en el área gastrointestinal. La descripción de la enfermedad junto con los exámenes físicos ayudan a diagnosticar la causa exacta de las náuseas.
De modo que en los tratamientos siguientes no solo se busque aliviar los síntomas, sino atacar los disparadores y causas. El tratamiento con Iberogast® alivia contra las náuseas como síntoma del estómago irritable, también conocido como dispepsia funcional. Calma los nervios gástricos, protege la mucosa estomacal y normaliza los movimientos de los músculos del área gastrointestinal.
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